About poder de la palabra

Esto nos recuerda que nuestras palabras pueden construir y edificar a los demás, o pueden destruir y derribarlos.

Dios nos llama a dar cuenta de nuestras palabras y a utilizarlas para su gloria. La forma en que hablamos refleja nuestro corazón y nuestra relación con Dios. Debemos ser conscientes de esto y esforzarnos por usar nuestras palabras para honrar a Dios y beneficiar a los demás.

Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.

Como puedes ver el poder de las palabras puede movilizar a todo un país a apoyar un objetivo o a una persona a realizar sus sueños. Las palabras son importantes porque tienen la capacidad de influenciar a otros y a ti mismo.

Esto significa que nuestras palabras deben ser amables, amorosas y respetuosas. Nuestras palabras deben ser sazonadas con sal, lo que significa que deben tener un impacto y un sabor positivo en la vida de los demás.

Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.

Nuestras palabras pueden ser el impulso que alguien necesita para seguir adelante, para superar sus miedos y alcanzar sus metas. La palabra de aliento o la frase amable pueden marcar una gran diferencia en la vida de alguien.

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene click here del agua y por el agua subsiste, por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos.

Nuestras palabras deben ser un fiel reflejo de nuestro corazón transformado por el amor de Dios. Cuando nuestras palabras están alineadas con la Palabra de Dios, podemos ser un canal a través del cual fluye el poder transformador de su Espíritu.

En Efesios four:29, se nos exhorta a que nuestras palabras sean «buenas para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes». Esto significa que debemos elegir nuestras palabras con sabiduría y utilizarlas para construir y fortalecer a los demás.

Nuestras palabras pueden ser una fuente de aliento para los demás. En Efesios 4:29, se nos insta a hablar palabras que edifiquen y sean beneficiosas para los demás.

En lugar de criticar o juzgar, debemos buscar formas de animar y apoyar a los demás con nuestras palabras. Romanos fourteen:19 nos insta a «seguir lo que contribuye a la paz y a la mutua edificación». Esto implica que nuestras palabras deben promover la armonía y la unidad entre las personas.

Esto significa que nuestras palabras pueden ser una fuente de consuelo y alivio para aquellos que están pasando por momentos difíciles.

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